Por José Agustín Olavarría, Director de Postgrado FEE
25 / 08 / 2021
Quedan pocas dudas de que las empresas deben ser sostenibles y tienen la obligación de ser respetuosas con su entorno, aprender a relacionarse con la sociedad y ser inclusivas.
Una nueva generación de empresas se basa en estas premisas, y las que nacieron antes de este cambio de paradigmas se encuentran en el complejo camino de la transformación.
Hoy, empresas líderes se involucran activamente con las comunidades donde operan, cambio radical a un contexto anterior donde su responsabilidad social se restringía a generar empleos y a la búsqueda de retornos para sus accionistas.
Sin embargo, el escenario actual es más desafiante y las organizaciones deben ser capaces de reaccionar rápidamente a los cambios del mercado, de los consumidores y la competencia.
La transformación digital se ha acelerado fruto de la pandemia del COVID-19, por lo que las tendencias para la innovación empresarial que vienen para estos tiempos implica al menos dos cosas: primero, transformar, y segundo, hacerlo con el objetivo de adaptarse al mundo actual.
En esa línea, las empresas enfrentan tiempos complejos, llenos de incertidumbre y desafíos, y las que crezcan en estas circunstancias serán aquellas cuyos equipos de colaboradores logren descifrar correctamente lo que están viviendo, para lo que se requiere trabajo colaborativo, tecnología a raudales, entendimiento de la información para la toma de decisiones oportunas y un profundo conocimiento de las motivaciones que los consumidores tienen al comprar un producto o adquirir un servicio.
Estos patrones hoy son claves, se vinculan a lógicas globales, no locales, y no extraña que nuevas empresas que irrumpen en el mercado sean lideradas por equipos jóvenes que han sabido identificar esos cambios en forma natural y con mayor resiliencia a los fracasos.
¿Qué queda para las empresas que llevan más tiempo y no nacieron de una reciente creación? Deberán realizar una verdadera transformación digital en todos los aspectos que esto conlleva.
Si bien el escenario pareciera un tanto sombrío, presenta una gran oportunidad para la Facultad de Economía y Empresa UDP, pues nos invita a potenciar y ampliar nuestra oferta académica en las líneas de postgrados y educación ejecutiva, de tal manera de acompañar a profesionales en estos procesos.
A través de un reconocido equipo de investigadores, docentes y alianzas internacionales, estamos trabajando en los desafíos que presenta este escenario, generando una oferta de programas con el objetivo de formar y capacitar a líderes que demandan las organizaciones, siendo capaces de emprender, innovar y crear valor en sus compañías, colaboradores y a la sociedad de forma sostenible y rentable.