Diversidad e inclusión post pandemia

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Miguel Toledo - El Dínamo

21 / 04 / 2021

El contexto global ha cambiado drásticamente en el último año. Muchos de los ciudadanos estamos encerrados en nuestros hogares, una gran proporción de empresas y comercios no están trabajando, y las fronteras están cerradas debido a la gran pandemia que nos afecta. También estamos siendo testigos de una ola mundial de protestas contra el racismo y la discriminación. Son tiempos de gran ansiedad e incertidumbre. Pero también es un momento de reflexión para los individuos y las organizaciones, buscando colectivamente las mejores formas de enfrentar los efectos de esta crisis y sus repercusiones.

En esa línea, estos tiempos también ofrecen nuevas perspectivas sobre diversidad e inclusión. Los entornos diversos pueden tener impacto positivo en el comportamiento individual y colectivo.

En un estudio realizado el año 2020 por Mc Kinsey Co, Diversity Matters: Latin America, que indaga sobre el impacto de la diversidad e inclusión en las organizaciones latinoamericanas, aplicado a 700 grandes empresas y complementado con una encuesta aplicada a cerca de 4.000 personas de toda la región, reveló que las compañías diversas e inclusivas son más innovadoras, colaborativas y rentables que sus pares no diversos.

Esta crisis ha puesto de relieve los graves problemas que afrontamos como sociedad, la desigualdad entre quienes viven en condiciones sanitarias adecuadas y quienes no; discriminación, quienes gozan de la protección del Estado y el resto de la población, sesgos de género y de personas con capacidades diferentes, entre otros. A modo de ilustración, cabe destacar que a tres años de la publicación de la Ley 21.015 de Inclusión Laboral en Chile, que implicó un importante avance en materia de inclusión en el país, y según cifras de la Dirección del Trabajo, se observa un aumento progresivo de desvinculaciones laborales de personas con discapacidad. Según este informe, al mes de junio de 2020, de un total de 11.982 empresas a las que aplica la norma, sólo 3.877 (32%) mantiene relación laboral vigente con personas con discapacidad.

Las cifras evidencian la necesidad de incrementar la participación laboral de la población en situación de vulnerabilidad más grande del país. Entender y abrazar verdaderamente la diversidad e inclusión tiene un significado más profundo que la mera definición de diversidad como representación. Cuando hablamos de diversidad e inclusión, también estamos hablando de cómo acoger, incluir, tratar e interactuar con personas heterogéneas y con todo tipo de atributos. Esto es ahora más importante que nunca.

Mirando más allá de la crisis inmediata, las compañías necesitarán una gran determinación y resiliencia para reconstruir y transitar un camino económica y socialmente viable hacia la “nueva normalidad”. Los líderes tendrán que recurrir a las fortalezas de todos los individuos en sus organizaciones para encontrar oportunidades de restablecer y adaptar sus operaciones. Avanzar también requerirá reinvención. El mundo verá cambios en las preferencias y expectativas de los individuos como ciudadanos, trabajadores y consumidores. Las instituciones que se reinventen para sacar el máximo provecho de un mejor entendimiento y previsión, alineados con la evolución de las preferencias, tendrán un éxito amplificado.

La diversidad y la inclusión podrían jugar un papel importante en esta reformulación, ya que se ha demostrado que la diversidad aporta múltiples perspectivas para abordar los problemas y, por lo tanto, diseñar mejores soluciones. En los próximos meses, a medida que las organizaciones inicien su reconstrucción post pandemia, quienes opten por la diversidad y la inclusión tendrán más probabilidades de alcanzar la innovación, la colaboración, el trabajo en equipo y el liderazgo necesario para encarar lo que viene.