La voz conjunta de los trabajadores y los dueños

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Felipe Balmaceda - El Mercurio

26 / 03 / 2021

Proveer mayor voz a los trabajadores dentro de las empresas, hacerlos partícipes de la construcción del futuro de ellas, a la vez de su propio futuro, y acreedores de las ganancias y pérdidas de las empresas es del todo razonable y deseable a priori. Sin embargo, estas políticas per se no tendrían por qué tener resultados virtuosos tanto para los dueños como para los trabajadores, independientemente de qué dice la evidencia científica al respecto, dado que las experiencias en estas materias no son del todo extrapolables a diferente realidades.

Por ejemplo, cuando la estructura productiva del país se basa en la manufactura de productos de alta tecnología y los trabajadores están altamente capacitados, como ocurre en Alemania, los resultados de estas políticas pueden ser muy diferentes a los que se darían cuando la estructura productiva se focaliza en servicios básicos, la agroindustria, y los trabajadores tienen baja capacitación y productividad, como ocurre en Chile. También hay que considerar las diferencias en el gobierno corporativo de las empresas. Así, en Alemania hay dos directorios: el directorio de administración, que toma las decisiones del día a día, y el directorio de supervisión, que toma las decisiones estratégicas y de largo plazo. En EE.UU., Noruega y Chile, por ejemplo, hay solo un directorio que toma ambos tipos de decisiones.